lunes, 1 de diciembre de 2008

Contaminación Medioambiental en Región Metropolitana

Comenzaremos con la definición de contaminación del aire que como cualquier condición atmosférica en la que ciertas sustancias alcanzan concentraciones lo suficientemente elevadas como para producir un efecto mensurable en el hombre, en los animales, vegetación o materiales.
Hacia fines de los años 70s y comienzos de los 80s no existia una preocupación mayor por este tema solo se veian en la televisión documentales como la lluvia acida en Europa que mato a más de 4.000 personas.
Pero en la decada de los 90 el problema ya era grave y las autoridades crearon programas especiales de descontaminacion como el Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférica de la Región Metropolitana (PPDA). El PPDA tuvo una primera actualización en el año 2004 y contiene medidas estructurales con un fuerte impacto en la reducción de las emisiones de material particulado y gases a la atmósfera. Las medidas más importantes están relacionadas con la implementación del plan de modernización de transporte público, el expendio de nuevos combustibles más limpios y el cumplimiento de metas de reducción de emisiones para el sector industrial.

Hablaremos del principal agente contaminante en Santiago que es el Smog que es una forma de contaminación originada a partir de la combinación del aire con contaminantes durante un largo período de altas presiones, que provoca el estancamiento del aire y, por tanto, la permanencia de los contaminantes en las capas más bajas de la atmósfera, debido a su mayor densidad y a Santiago le afecta de enorme manera debido a sus caracteristicas geograficas, ya que es una cuenca rodeada de montañas (cordillera de los andes y cordillera de la Costa) las que impiden que los vientos se lleven los contaminantes estancandolos, y provoca una especie de nube toxica.


Los altos niveles de contaminación atmosférica que se han venido observando en Santiago y en general, en toda la Región Metropolitana, obedecen a la conjunción de varios factores, los que se describen a continuación:

Actividad industrial:

La creciente actividad económica que experimentó la región durante las últimas décadas tuvo sus costos, pues se produjeron elevados niveles de emisión de contaminantes entorno a los procesos de combustión usados por las industrias. Sin embargo, a partir de la aplicación del Plan de Prevención y Descontaminación para la Región Metropolitana éstas han logrado reducir las emisiones de material particulado y óxidos de azufre, principalmente por la incorporación del gas natural.
El próximo desafío es mantener estos niveles de emisión y concentrarse en la reducción de gases como el óxido de nitrógeno (NOx), que contribuye a la formación de ozono y material particulado fino (PM2.5), uno de los contaminantes más dañinos para la salud.

Población:

El crecimiento poblacional ha producido una expansión horizontal de la ciudad de Santiago, principalmente hacia la periferia sur y sudoeste. Esto ha provocado una extremada segregación socio-espacial y funcional, que obliga a la población a desplazarse importantes cantidades de kilómetros al día. Esto, en conjunto con problemas estructurales de la ciudad y de insuficiencia en el transporte, genera externalidades como la congestión vehicular que, a su vez, contribuye a aumentar los índices de contaminación atmosférica.
El problema del acelerado aumento en el número de habitantes de la región no es menor, sobre todo si se considera que según el último censo de 1992, la Región Metropolitana concentra al 39% de la población total de la nación.

Transporte urbano:

El transporte sigue siendo el sector más contaminante de la región, al ser responsable de la emisión de un 48% del material particulado respirable (PM10), de un 84% de los óxidos de nitrógeno (NOx) y de un 91% del monóxido de carbono (CO).
Los principales problemas del transporte de la región lo constituyen primero que nada la cantidad de vehículos, la concentración horaria y espacial de los viajes, y la mala calidad del servicio de transporte público, que fomenta la posesión y uso del automóvil particular.
De acuerdo a las cifras que maneja la Secretaría de Transportes, en el Gran Santiago (Santiago, Puente Alto y San Bernardo) se realizan 8,4 millones de viajes diarios, lo que muestra una fuerte dependencia de los modos de transporte motorizados.

El desglose del total de viajes es el siguiente:

Las zonas de la ciudad con más recursos (oriente y sur oriente) concentran la mayor cantidad de automóviles y, en consecuencia, desde allí se realizan la mayoría de los viajes en este medio de transporte. Sólo la zona oriente genera el 48% de los viajes en transporte privado, con una tasa de motorización de 260 veh/1000 hab., la más alta de la región. En el resto de las zonas los viajes en transporte público (bus, taxibus, taxi colectivo y metro) constituyen el medio más utilizado. A pesar de ello y de los esfuerzos de los últimos 5 años por mejorar el servicio, su calidad en términos de seguridad, comodidad y confiabilidad sigue siendo insuficiente para sostener las necesidades actuales y futuras de la demanda.
Geografía y meteorología:

Otro factor importante a considerar son las condiciones geográficas y climáticas del valle de Santiago. Al estar ubicada en los 33.34º de latitud sur, la región se ve afectada por una inversión térmica que actúa impidiendo que el aire de la cuenca se renueve con la frecuencia necesaria, un fenómeno que ocurre en la mayoría de las ciudades del mundo ubicadas en una latitud similar, como Los Angeles, Ciudad de México y Atenas.
En efecto, en el período otoño - invierno las características climáticas de la cuenca presentan en general, condiciones desfavorables para la dispersión de contaminantes, las que están potenciadas por su topografía. Así, los cerros que rodean la planicie central imponen fuertes restricciones a la circulación de los vientos, y, por ende, a la renovación del aire al interior de la cuenca.
Pero estos no son los únicos antecedentes que inciden en la contaminación del aire de la región. Existen una serie de otros fenómenos atmosféricos que los especialistas han ido identificando con el paso del tiempo y que juegan un papel fundamental en los episodios críticos de contaminación que afectan a la Región Metropolitana. Actualmente, estos son elementos a considerar en el modelo de pronóstico que permite aplicar medidas de control antes de que se produzcan escenarios de emergencia. De ahí que en nuestro sitio dediquemos un capítulo especial para tratar este tema.

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